TREKKING SANTUARIO DE LOS ANNAPURNAS

Viajes Sanga: desde 1990 organizando y liderando viajes, trekking, ascensiones y expediciones por las cordilleras de todo el mundo

Este trekking corto y liderado por nuestros expertos guías y equipos locales, nos lleva a uno de los circos de montaña más espectaculares del mundo. En pocos sitios, podremos contemplar tan de cerca cimas tan prestigiosas como el Annapurna o el Machapuchare, a la vez que recorremos bosques subtropicales de rododendros. Todo buen caminante podrá disfrutar gran parte del año de este impresionante paisaje del Himalaya, gracias a la comodidad del alojamiento en lodges y la ausencia de dificultades de aclimatación.

Esta región, situada al Norte del Valle de Pokhara, está considerada como una de las más bellas zonas de trekking en Nepal.

Al diseñar esta ruta, hemos seguido deliberadamente, los transitados caminos de “las casas de té”. Las jornadas transcurren a través de espesas junglas y bosques de bambú. La ruta de trekking sigue las colinas a media altura bajo la sombra de los gigantes himalayos, siendo técnicamente fácil. Los contrastes son grandes, entre los campos de arroz del fondo de los valles y los glaciares colgantes del Machapuchare. Los bosques de rododendros están poblados de multitud de aves de diferentes especies. Es una excelente introducción a la cultura y naturaleza de esta bellísima región de Nepal.

Termina el trek en Pokhara que, a 884 m de altitud y con un clima subtropical y un lago, seguirá ofreciendonos unas maravillosas del Machhapuchhare o “cola de pez”, como una presencia esencial, la montaña sagrada y más bella del mundo. También los Annapurnas I, II, III y IV. El Annapurna I, el primer ochomil conquistado en la historia del himalayismo.

En una piragua con remero al atardecer, sobre el cristal de la superficie de las aguas del lago Phewa, admirando la vista más sublime, a veces se percibe la armonía de la naturaleza en su más amplia y profunda acepción.

¡¡NAMASTÉ!!! Es el saludo nacional en Nepal. Mañana, tarde y noche, en todos los caminos, pueblos y ciudades, al entrar o salir de las casas, al cruzarse en los campos u oficinas…

Su significado: “que los dioses recojan tus buenas cualidades”, prescinde de los aspectos negativos, las carencias que todos los seres tenemos, para fijarse sólo en las virtudes y realzar sólo lo que hay de bello, de puro en todos nosotros.

Esta visión positiva del universo y de todos los seres, es la que durante muchos años llamó la atención a los primeros exploradores, estudiosos y viajeros de Oriente, que alcanzaban Nepal. Hoy, podría pensarse que la globalización, la tv, internet, han desplazado la cultura ancestral de Nepal, pero nada más lejos…. la riqueza de sus monumentos, el fantástico colorido de sus mercados, la espiritualidad del budismo y la amabilidad de sus gentes, permanecen vivos en el marco de una naturaleza aún intacta en muchas regiones, bajo la cordillera más alta del mundo.

Kathmandú está todavía cargado de sorpresas, de rincones en donde se percibe la magia del que fue en la segunda mitad del siglo XX el país del Himalaya por excelencia, la meta hippy de los años “60”. Los colores, mercados y etnias, se despliegan y mezclan en una paleta inigualable que el sol se encargará de desplegar como un arco iris.